El premio “Per Artem ad Deum” a Kiko Argüello: el mundo espera la belleza de Dios
La asociación Sacra Expo entregó el premio “Per Artem ad Deum” al pintor español, co-iniciador del Camino Neocatecumenal. La ceremonia tuvo lugar la tarde del 1 de diciembre en la capilla del Seminario Redemptoris Mater de Roma.
Una belleza que no es un fin en sí misma sino que es capaz de conmover al hombre, introduciéndolo en la experiencia del amor de Dios. Éste fue el tema de fondo de la ceremonia de anoche, domingo 1 de diciembre, en la que se entregó el premio a Kiko Argüello, co-iniciador del Camino Neocatecumenal, con la medalla del premio Per artem ad Deum, de la asociación polaca Sacra Expo, bajo el patrocinio del Dicasterio para la Cultura y la Educación. Un premio que "se concede a artistas o instituciones cuyos resultados artísticos contribuyen al desarrollo de la cultura y a la formación de la espiritualidad humana", explica el presidente de la asociación, Andrzej Mochon. En los últimos diecinueve años ha sido reconocida por personalidades del calibre de músicos como Ennio Morricone, directores como Giuseppe Tornatore y Krzysztof Zanussi, escultores como Arnaldo Pomodoro y otros, incluidos pintores y arquitectos de renombre.
Los motivos del premio
La entrega del premio tuvo lugar en un ambiente de alegría en la capilla del Seminario Redemptoris Mater de Roma, en presencia de unas 200 personas, entre ellas algunos itinerantes y colaboradores de Kiko en pintura, arquitectura y música. También estuvieron presentes el Padre Mario Pezzi y María Ascensión Romero, miembros del equipo responsable del Camino Neocatecumenal junto al propio Argüello. “La obra de Kiko - subrayó Mochon - va mucho más allá de la actividad tradicional de creación artística. A través de la pintura, entendida como reflejo de la luz de Dios, y de la música, lenguaje universal capaz de abrir el corazón a la dimensión del espíritu, encuentra la manera de anunciar el Evangelio al hombre contemporáneo".
Mochón recordó que Kiko “pone su vocación artística al servicio de la Iglesia y de su liturgia, componiendo música a partir de salmos, otros pasajes de la Escritura, himnos de la Iglesia, así como poemas espirituales extraídos de sus escritos. Kiko Argüello es autor de libros, así como de importantes obras de pintura, arquitectura y escultura en todo el mundo."
El premio también se refiere a la radicalidad de la vida evangélica
El cardenal Grzegorz Ryś, arzobispo de Łódź, se centró en la posibilidad de que el arte se transforme en una devoción idólatra, en el sentido de que no conduce a nada más que a sí mismo. Subrayó este aspecto, precisamente para explicar que no es fácil vivir correctamente "el principio per artem ad Deum", porque requiere no sólo talento sino también discernimiento y oración. “Por tanto, el premio concedido no se refiere sólo a las capacidades artísticas sino también a la radicalidad de la vida evangélica”. El cardenal citó la Carta de san Juan Pablo II a los artistas y por ello recuerda que el camino de la belleza es el camino del anuncio de la salvación para todos los seres humanos, para cada pecador.
Kiko: el Camino es lo más importante en mi trabajo artístico
Al agradecer el premio, Kiko quiso recordar cuál es el significado más profundo de su experiencia artística. “El Señor - explicó - ha hecho algo impresionante con Carmen (Hernández, sierva de Dios y co-iniciadora del Camino Neocatecumenal) y conmigo. Porque lo que es mucho más importante que todo mi trabajo artístico fue abrir un "Camino de Iniciación Cristiana" en la Iglesia que está ayudando a muchas familias y jóvenes. “Esto sí que es una obra de arte”, afirmó en el discurso en el que repasó el significado de la belleza. La belleza es, en efecto, una relación como la que muestra, por ejemplo en un paisaje, el azul del cielo que canta la belleza de las nubes grises o blancas. Esto se debe a que “el contenido más profundo de la belleza es el amor”. Profundizando aún más, la referencia fue a Dostoievski quien dice que la belleza es Cristo: "La belleza produce siempre una emoción estética" y es "como si Dios quisiera demostrar con la belleza que nos ama".
Kiko, por tanto, repasó el significado de la belleza a través de la Sagrada Escritura. Recordó que Dios llama a los cristianos a participar en la construcción de esta belleza mostrando el amor de Dios al mundo, testimoniando que es posible ya no vivir para uno mismo. “La obra de la salvación consiste en arrancar al hombre de la maldición de ofrecerse todo a sí mismo, devolviéndole la belleza del amor”. La gente espera el anuncio del Evangelio a los pobres, para ver realizado este tipo de amor: "Amad a vuestros enemigos". El Camino Neocatecumenal intenta llevarlo a través de pequeñas comunidades cristianas en la parroquia - compuestas por 30-40 personas - para mostrar el amor de Dios en un mundo cada vez más secularizado. El Concilio Vaticano II habla, de hecho, de la Iglesia como sacramento universal de salvación - concluyó Kiko - para que el hombre pueda salir de este círculo de egoísmo, para que ya no viva para sí mismo, sino para aquel que murió y resucitó por él, Cristo”.
El trabajo artístico
Finalmente, el Padre Segundo Tejado, presidente de la Fundación Ópera Artística Kiko Argüello, que tiene como objetivo preservar y dar a conocer sus obras, ilustró el recorrido artístico de Kiko Argüello. Recordó cómo Kiko estudió Bellas Artes en la Academia de San Fernando de Madrid y ganó el Premio Nacional Extraordinario de Pintura en 1959. A finales de los años cincuenta vivió una crisis existencial y, tras un profundo encuentro con el Señor, se fue a vivir entre los pobres en el barrio de Palomeras Altas de Madrid. Carmen Hernández los conoció y comenzó la experiencia del Camino Neocatecumenal, que hoy está presente en 136 países, en aproximadamente 6.200 parroquias. El arte de Kiko, tanto en iconografía como en arquitectura, busca ofrecer lugares en armonía con la renovación que supuso el Concilio Vaticano II. En pintura, explicó P. Tejado, su referente son los iconos de la Iglesia oriental: a Kiko le llaman la atención estos pintores que renuncian a su "originalidad" para someterse al canon preestablecido por la tradición. Por ello, Kiko se inspira en este arte, actualizándolo con las novedades de la pintura moderna -como Picasso y Matisse- en las que se formó. Sus obras artísticas se encuentran en numerosas parroquias: desde Roma hasta Florencia; desde Piacenza hasta París pasando por la Catedral de Madrid, por nombrar sólo algunos lugares.
“Kiko -subrayó P. Tejado- arranca el arte del contexto empresarial: no cobra por sus obras. Buscar un arte para los pobres, para la liturgia", "un arte que lleve al hombre a experimentar el amor que Dios nos ha mostrado en Cristo". Kiko también diseñó las maquetas arquitectónicas de algunos seminarios; también creó vidrieras, algunas esculturas y mobiliario litúrgico. Su obra artística abarca también el campo de la música como forma de anunciar el Evangelio. En 2010 compuso su primera sinfonía ‘El sufrimiento de los inocentes’ y, ese mismo año, fundó la Orquesta Sinfónica del Camino Neocatecumenal, un equipo internacional formado por alrededor de 200 músicos. La sinfonía se ha representado en numerosos teatros, salas de conciertos, plazas y catedrales: en Madrid, Nueva York, Chicago, Tokio, Berlín, Jerusalén, Budapest, Lublin, Auschwitz, Trieste.
Y, de hecho, para cerrar el acto, se interpretó un movimiento de su segundo poema sinfónico El Mesías, a dúo de piano y violín, con un solista. Las notas de la música y la mirada dirigida al retablo de la capilla, donde están pintadas escenas de la vida de Cristo, sellaron el encuentro, convirtiéndolo en una experiencia viva de esa belleza capaz de herir el corazón del hombre.
Débora Donnini – Ciudad del Vaticano
https://www.vaticannews.va/it/chiesa/news/2024-12/premio-per-artem-ad-deum-kiko-arguello.html
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