Los presbíteros ordenados en los Seminarios 'Redemptoris Mater' siguen en todo momento la formación y los estudios que delimitan los Obispos diocesanos según el mandato de la Iglesia y las líneas de la Congregación para el Clero, y no disponen de cursos exclusivos o distintos de lo que estudian los seminaristas de la propia diócesis, por lo que comparten la integridad de los conocimientos de filosofía y teología que cualquier candidato al Sacramento del Orden debe adquirir. La única particularidad o singularidad, podríamos decir, es la vertiente pastoral, que está fuertemente dirigida a la catequesis y la misión, pues el sentido fundamental de erección de estos Seminarios 'Redemptoris Mater' era el de la ordenación de presbíteros dispuestos a partir a cualquier parte del mundo para la Nueva Evangelización. Es por ello que, antes de la ordenación sacramental y tras la formación teológica, el candidato debe pasar entre uno y dos años de itinerancia, para vivir en primera línea lo que significa y representa el anuncio del Evangelio. Sin embargo no todos los sacerdotes ordenados en estos Seminarios partirán a otros países con permiso del Obispo diocesano, al que siempre deberán obediencia. Una gran mayoría se quedarán en las propias diócesis, habitualmente necesitadas también de clero para el desarrollo de la pastoral sacramental y evangelizadora en las parroquias.
Existe una opinión bastante generalizada que de estos Seminarios salen sacerdotes exclusivos para la atención de las comunidades necoatecumenales y que ignoran, delegan o descuidan cualquier otro tipo de acción pastoral que no sea la estrictamente relacionada con el Camino, considerando algunos, que estos sacerdotes son ordenados con poca o nula formación doctrinal y litúrgica, y que además son propensos a crear, según indican, divisiones y disensiones entre fieles y clero, manteniendo por contra cierta reticencia a adaptarse a las culturas y costumbres de los pueblos en los que están incardinados, con la pretensión de imponer criterios propios habitualmente ajenos a las gentes con las que conviven. Pero son en su mayoría prejuicios malintencionados que obvian la realidad que actualmente se da en la mayoría de diócesis, donde la mayor parte de estos jóvenes sacerdotes realizan una labor catequética y sacramental excepcional, siguiendo fiel y obedientemente las directrices de los Obispos e intentando, no sin esfuerzo y a menudo con grandes dificultades, asimilar el idioma, clima, culturas... para conseguir una mayor integración y eficacia misionera.
Traemos como ejemplo el comentario de uno de los participantes en el Encuentro de los Responsables para las Vocaciones de las Conferencias Episcopales de Europa, que se ha celebrado en Tirana (Albania) del 28 de febrero al 3 de marzo de 2018, y que ha estado centrado en el análisis de los 20 años tras la publicación de In Verbo Tuo. "Nuevas vocaciones para una nueva Europa" era la temática fundamental sobre la que ha versado dicho encuentro, en el que han participado delegados representantes de Conferencias Episcopales, procedentes de 17 países europeos, que se han reunido por invitación de S.E. Mons. Ottavio Vitale, Obispo de Lehzë, y responsable de la pastoral vocacional de la Conferencia Episcopal Albanesa, que además acaba de inaugurar el edificio del nuevo Seminario 'Redemptoris Mater' de Lehzë. La Delegación española estuvo presidida por S.E. Mons. Joan-Enric Vives, Presidente de la Comisión de Seminarios y Universidades de la Conferencia Episcopal Española y S.E. Mons. Eusebio Hernández Sola OAR, miembro de la Comisión.
Siguiendo el documento de prensa publicado con posterioridad, resumiendo el programa y un breve compendio de lo que se ha podido tratar en las distintas jornadas, junto con un elenco de imágenes, se ha recogido una breve experiencia de la Delegación de la Conferencia episcopal española, y que recoge textualmente:
"Los momentos litúrgicos (laudes, oración, Eucaristía…) estuvieron cuidadosamente preparados y muy bien llevados por un Equipo “capitaneado” por el P. Abrahán, joven sacerdote español que lleva ya muchos años en Albania donde se formó en el Seminario Misionero Redemptoris Mater. En la actualidad él es el párroco de la Catedral y un buen presbítero que ha sabido hacerse todo con todos en aquella Iglesia. Apasionado por los jóvenes vive entregado al pueblo albanés, siendo como es, tan diverso por la confluencia del Islam, los cristianos ortodoxos y la Iglesia católica. Los momentos de oración y de liturgia fueron, para mí, los momentos más importantes, conducidos con belleza y esa digna sobriedad que pedía el Concilio. Cabe destacar los cantos… realmente preciosos"
El Seminario 'Redemptoris Mater' de la diócesis de Lezhë, después de un año de vida ad experimentum, fue canónicamente erigido el 7 de diciembre de 2006 por el Obispo Mons. Ottavio Vitale. El 10 de septiembre de 2005, en una convivencia de Seminaristas en Porto san Giorgio, con los iniciadores del Camino, Kiko, Carmen y P. Mario, y bajo la solicitud del equipo itinerante de Albania y del Obispo diocesano, fue constituida la primera semilla del Seminario. Se nombró como Rector al Padre Lorenzo Rossetti, sacerdote Fidei donum de la diócesis de Roma que había conocido el Camino en Bélgica, y con cuatro seminaristas provenientes de España, Croacia, Polonia e Italia.
Los Seminaristas reciben actualmente la formación académica en la 'Facultad superior de filosofía y teología' de Scutari, dirigida por los Padres Jesuitas y donde también participan profesores franciscanos y otros diocesanos.
Después de un tiempo viviendo provisionalmente el 1 de junio de 2009 se puso la primera piedra para construir propiamente el Seminario. Dicha piedra fue ofrecida por el Santuario italiano de San Miguel Arcángel del Gargano, y fue bendecida por el Papa Benedicto XVI durante la Audiencia general del 9 de diciembre de 2009. Actualmente el edificio se encuentra construido y ya son varios los presbíteros que se han ordenado y que desarrollan su misión pastoral en la misma Albania, país de mayoría musulmana y donde solo el 10% de la población se considera católica.
Publicamos a continuación una entrevista realizada al actual Rector del Seminario, el Padre Lorenzo Rossetti, por la Asociación católica 'Ayuda a la Iglesia necesitada':
AIN.- Don Carlo Lorenzo Rossetti, un sacerdote Fideidonum de la diócesis de Roma, ha estado en Albania desde 2003. Es el director del seminario misionero “Redemptoris Mater” y ha dado clases de teología en el seminario interdiocesano de Shkoder. Además, sirve en una parroquia en Balldre-Gocaj-Kakarriq (Lezhe) y colabora en Radio Maria de Albania. El 17 de septiembre, estuvo charlando con Ayuda a la Iglesia Necesitada, en la víspera de la visita del Papa Francisco a Albania.
¿Cómo describiría la situación política, social y económica actual de Albania?
Para mi Albania es como un adolescente que ha tenido una infancia difícil. Es un país en pleno crecimiento..
Socialmente, es un país que trata de recuperarse de su pasado; un pasado marcado por una dictadura cruel, el ateísmo inducido y un aislamiento total. La primera tentación para muchos puede ser abandonar y preferir emigrar.
Politicamente, es un país que intenta aprender a vivir en democracia. (Es importante recordar que este sistema de gobierno, al que están tan acostumbrados los países occidentales, es la primera vez que existe en los países balcánicos. Albania, después de siglos dominado por Turquía y los severos islámicos Osman, paso por una rígida monarquía (el Rey Zogu), el fascismo italiano, el nazismo alemán e inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial; uno régimen más inhumano, bajo el gobierno del radical estalinista EnverHoxha.
La razón por la que el estado de derecho no se acepta fácilmente se debe a la difícil herencia. La herencia clásica de la filosofía griega, la cultura cívica romana y la espiritualidad bíblica, que es el fundamento mismo de los derechos humanos y la democracia moderna, se pasa por alto en gran parte en la historia de Albania. Sinceramente no creo que podamos gestionar un “implantatiodemocratiae” sólo mediante la propuesta de elecciones libres, bajo supervisión internacional …
Económicamente, el país está creciendo, porque ¡el punto de partida era cero! Los mayores riesgos a los que nos enfrentamos ahora mismo son la corrupción, la explotación, la falta de derechos de los trabajadores, etc
¿Cómo describiría la situación de la Iglesia Católica en su país?
Bueno, ¡La Iglesia vuelve a crecer! Sabe que desde el inicio del régimen comunista, en 1945 el Partido Comunista (“Partia e Punes”) perseguía toda confesión religiosa, pero la Iglesia Católica fue especialmente castigada por sus relaciones con otros países, en especial con Italia y el Vaticano. Un gran número de mártires fueron asesinados en este periodo. Incluso, en 1967, la religión y la fe se suprimieron oficialmente de Albania con la primera Constitución atea. Todas las iglesias fueron destruidas o transformadas en pabellones deportivos o tiendas. Mi generación en Albania es religiosamente muy inculta. Como consecuencia, por lo general tenemos iglesias en las que participan personas de edad, los niños y adolescentes, pero muy pocos hombres y mujeres de mediana edad. En el primer inicio de actividad de la Iglesia después de la caída de la dictadura (quiero decir en los años 1991-1994) algunos sacerdotes mayores que habían sobrevivido a la cautividad y la tortura visitaron muchos pueblos (principalmente en el Norte, donde la presencia católica era tradicionalmente mayor), proponiendo el bautismo católico sin ningún catecismo. Son muchos los adultos que dicen ser católicos, incluso “muy católico”, mientras que no saben las oraciones cristianas básicas. A menudo, ser católico es más una cuestión étnica o sociológica que espiritual o religiosa. Sin embargo, los últimos 20 años, el trabajo pastoral ha sido fantástico. Gracias a la intervención personal de S. Juan Pablo II, una gran cantidad de congregaciones y nuevos movimientos entraron en Albania para servir a este país. También las vocaciones sacerdotales han crecido.
Por encima de todo, debo destacar que a pesar de todos los esfuerzos, la Iglesia y la vida espiritual continúa en un estado floreciente. Las renovaciones del Concilio Vaticano II no han tenido un impacto completo en la Iglesia albana. Todavía existe una “Iglesia clerical” con muy poca o ninguna participación. La causa es, obviamente, la falta de formación Cristiana.
¿Qué esperanza tiene en que el pueblo albanés se una a la Iglesia Católica?
Al principio, los albaneses vieron a la Iglesia sólo como una gran entidad caritativa. Tal vez haya un riesgo de que la identidad eclesial haya sido incomprendido. Pero ahora me parece que, en general, la mayoría de la población está más abierto para escuchar el mensaje católico y tiene una opinión muy positiva de las instituciones eclesiales. La Iglesia es vista como custodia de la dignidad humana y, por ende, de los derechos humanos.
Y ¿qué esperas que implica la próxima visita del Papa Francisco?
Haría una distinción entre las expectativas católicas y las cívicas:
– Como católicos espero que refuerce a todos los trabajadores pastorales, dándoles coraje y disposición para trabajar en comunión con la Iglesia universal.
– Las autoridades civiles están deseando que este viaje sirva para dar mayor visibilidad al país, y conseguir en un futuro la integración de Albania en la Unión Europea.
¿Podría describir el papel que juegan otras religiones en Albania, especialmente el Islam?
Tradicionalmente la mayor parte de los albaneses (alrededor del 65-70%) han sido musulmanes, no son todos radicales ni fundamentalistas. Una minoría católica vive en el norte y otra similar ortodoxa en el sur. En los últimos años el número de evangélicos protestantes ha crecido de forma notable.
Generalmente las diferentes religiones conviven bien. Aunque no sé exactamente hasta qué punto esta convivencia radica en verdadera amistad o simplemente en sentido común. En cualquier caso, los albaneses no tienen un carácter espiritual fanático: la mayoría cree en que Dios está en el Paraíso. No es de extrañar por tanto que en la nueva Constitución democrática aprobada en 1998 mencione a Dios en el preámbulo.
La coexistencia de diferentes religiones (Islamistas sunnis y sufis, católicos, ortodoxos y cristianos evangélicos) es un amortiguador contra el ateísmo secular y un bastión para defender la dimensión espiritual de la persona humana.
¿Existe un diálogo constante entre las diferentes confesiones cristianas y religiones en su país?
Sí. Personalmente, estoy muy involucrado en el diálogo católico-ortodoxo. Como profesor en el seminario de Shkoder puedo dar testimonio de la cálida amistad que existe entre católicos y ortodoxos de Albania. Tenemos reuniones periódicas con los profesores y estudiantes de la Academia Ortodoxa de Durres. También hemos iniciado reuniones con los evangélicos y musulmanes.
¿Contribuyen las religiones y sus representantes al desarrollo de Albania?
Así es. Las actividades católicas han impulsado la educación y la salud con escuelas y hospitales. Los ortodoxos han fundado instituciones académicas importantes y han construido una maravillosa catedral en Tirana. (No hay que olvidar que el ateísmo político condenó a Albania a la “desolación estética”. Me refiero al proyecto de cubría las suaves colinas de este país con unos 500.000 bunkers). También hay algunas escuelas islámicas que ayudan a promover los derechos humanos y la integración civil.
¿Cuáles son (en tu opinión) los mayores retos a los que se enfrenta el país?
Honestamente la familia y la educación. Los albanos deben proteger uno de sus mayores tesoros: la gran estima que tienen a la familia. Pero, precisamente la familia está siendo atacada. Los valores tradicionales, a menudo fundados en el machismo y el patriarcado, son comprensiblemente cuestionados por las nuevas generaciones, pero a la vez las nuevas generaciones sufren un montón de tentaciones contemporáneas que inducen al hedonismo, el materialismo y el individualismo.
Albania debe resistir ante las dos grandes amenazas del mundo contemporáneo el secularismo y el fundamentalismo islámico. En este sentido, el pensamiento religioso moderado puede ser muy útil proponiendo un modelo de familia positiva.
Otro enorme desafío implica a la educación y la corrupción. Conecto estos dos temas, porque la corrupción es un mal endémico que afecta a toda la vida ordinaria: la educación, la justicia, la política y la asistencia sanitaria. Parece razonable pensar que la corrupción podría ser superada no sólo con leyes y reglamentos; el cambio debe ser más profundo comenzando por una renovación de la educación.
¿En este contexto, cuáles son los principales retos para la Iglesia?
Tenemos que mejorar la vida cristiana a través del redescubrimiento del primer objetivo de la Iglesia: evangelizar, para transmitir la Buena Nueva de Jesucristo, el hombre nuevo, que revela la verdadera identidad de todos los seres humanos. Somos hijos e hijas de Dios, llamados a vivir en el amor incondicional, y destinados a la vida eterna y la alegría.
Como el Papa Francisco subraya, la Iglesia tiene que concentrar sus esfuerzos en su propio don particular, el Evangelio – la defensa de la dignidad de Dios para todos los hombres y mujeres y el espléndido anuncio de la victoria sobre el mal y la muerte.
¿Cuáles son las principales necesidades de la Iglesia?
Todo lo que ayude a la educación Cristiana, a la evangelización y a la formación basada en la Biblia y la doctrina católica.
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