sábado, 29 de julio de 2023

La verdad sobre Kiko Argüello y su relación con Joseph Ratzinger - Benedicto XVI

A raíz de la publicación de un extracto de un video de una intervención de Kiko Argüello hace unos pocos años en un encuentro con miles de hermanos de las comunidades, ha creado cierto revuelo unos comentarios que realizaba respecto a una situación difícil que vivieron los iniciadores al final del Pontificado de Benedicto XVI sobre la celebración eucarística de las comunidades neocatecumenales, que es una de las bases de todo el itinerario neocatecumenal. En los titulares que algunos han querido hacer trascender de manera malintencionada afirman categóricamente que Kiko deseaba la muerte de Benedicto XVI para resolver el problema, algo que no deja de ser totalmente falso y además absurdo en un encuentro de miles de hermanos y presidido por decenas de Obispos. En un momento del encuentro Kiko hace una mención rápida al sufrimiento que les provocó este hecho, pero comete el error de no entrar en los detalles para contextualizar una situación compleja y desarrollar en este caso con más precisión todo el proceso que tuvo lugar entre 2012 y 2013 para evaluar la idoneidad de las celebraciones eucarísticas de las comunidades en las parroquias, tras las denuncias de algunos Obispos reticentes o contrarios no sólo a este hecho, sino también a las prácticas litúrgicas que tiene concedidas, y que Kiko consideraba una 'persecución' contra el Camino en general como es sabido. En definitiva, en la intervención, viene a expresar un dolor contra lo que él considera la animadversión de ciertos Obispos que cuestionan la validez de la celebración Eucarística en pequeñas comunidades en las parroquias, pero sin culpabilizar de estas contrariedades al Papa, pues en ningún caso era el culpable, y resalta un hecho objetivo y evidente a una situación canónica, en ningún caso un deseo:  Una resolución o decreto sólo puede ser anulado en caso de sede vacante previa a su ejecución, como así pasó de facto con la precipitada renuncia del Papa.

Kiko ha expresado en infinidad de ocasiones, y de forma inequívoca, un gran amor a Benedicto XVI. Antes, durante y después de su ministerio petrino. Por otro lado, es precisamente la firmeza en la obediencia a la Iglesia, y al Papa, lo que le hace sufrir. Porque si el decreto se hubiera ejecutado, habría obedecido sin ninguna duda, y si no tuviera intención alguna de someterse a la decisión de la Iglesia, poca trascendencia tendrían estas decisiones.

Vamos a hacer un profundo repaso de la relación de Joseph Ratzinger y el Camino Neocatecumenal para que se vea el gran amor que tenía el que fuera Benedicto XVI al Camino, y a la vez el respeto y agradecimiento de los iniciadores del Camino para uno de los que han sido los máximos defensores del mismo dentro de la Iglesia, incidiendo además en la problemática suscitada anteriormente comentada y que a pesar de lo que algunos indican en ningún caso enturbia el valor de su pontificado para el Camino.