domingo, 22 de octubre de 2023

San Juan Pablo II inauguró en 1992 el Seminario Redemptoris Mater de Santo Domingo

San Juan Pablo II, que abrió el primer Seminario Redemptoris Mater del mundo en su diócesis de Roma, fue el auténtico promotor e impulsor de estos Seminarios alrededor del mundo, pues en las visita ad limina de los obispos que tenía en el Vaticano les animaba a abrirlos como instrumento para formar presbíteros para la nueva evangelización. Tal es el caso del Seminario de Santo Domingo, precisamente la diócesis Primada de América, y que fue la primera en abrir este Seminario internacional y misionero propiamente tras las erecciones que habían tenido lugar en Roma y Madrid, aunque es preciso apuntar que pocos años antes, también a instancias de San Juan Pablo II tras su visita apostólica al Perú en 1985, se había iniciado una experiencia con en el Seminario en la diócesis de el Callao, que se había abierto en 1986 como un Seminario de tipo diocesano para vocaciones nacidas del Camino para la evangelización del Perú, y que luego pasó a convertirse en Seminario internacional y misionero y además en facultad de teología.

El 11 de octubre de 1992, con motivo del 500 aniversario del descubrimiento y evangelización de América, San Juan Pablo II quiso hacer una visita apostólica a la República Dominicana y aprovechó para inaugurar el Seminario Redemptoris Mater de Santo Domingo, del que se han formado ya en m´sa de 30 años varias decenas de presbíteros que han partido para la misión a numerosas partes del mundo.




VIAJE APOSTÓLICO A SANTO DOMINGO

INAUGURACIÓN DEL SEMINARIO MISIONERO ARQUIDIOCESANO


DISCURSO DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II

Domingo 11 de octubre de 1992



Es para mí motivo de particular gozo poder inaugurar en Santo Domingo y en fecha tan señalada el Seminario Misionero Arquidiocesano “Redemptoris Mater”, que en el marco del V Centenario de la llegada de la Buena Nueva a América, quiere ser una contribución a la gran obra de la nueva evangelización a la que he convocado a la Iglesia universal.

Este centro, que recibirá a candidatos al sacerdocio procedentes de numerosos países de todo el Continente Americano, de Europa y de otras naciones, debe estar siempre animado por un espíritu misionero que sea fermento en esta Arquidiócesis, en toda la República Dominicana y que se proyecte a todo el mundo siguiendo el mandato del Señor: “Id y predicad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16, 15). Así lo quiso poner también de manifiesto el Concilio Vaticano II en el Decreto sobre el ministerio y la vida sacerdotal: «El don espiritual que los presbíteros han recibido en la ordenación, no les prepara a una misión limitada y restringida, sino más bien a una vasta y universal misión de salvación, “hasta los últimos confines de la tierra” (Hch 1, 8)» (Presbyterorum ordinis, 10).

La presencia de seminaristas de la más variada procedencia en esta Isla, que recibió las primicias de la predicación evangélica y de la que irradió la luz salvadora de Jesucristo al resto de América, es también un signo de cómo, a las puertas ya del tercer milenio cristiano, desde este Seminario Arquidiocesano “Redemptoris Mater” en Santo Domingo, con la gracia de Dios, podrán también irradiarse los nuevos evangelizadores que lleven por todo el mundo a Jesucristo, “Camino, Verdad y Vida”.

Mientras elevo fervientes plegarias para que María, Estrella de la Evangelización, conduzca a su divino Hijo a todos los que recibirán la formación sacerdotal en este Seminario, imparto a todos con particular afecto mi Bendición Apostólica.



Fuente: https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/speeches/1992/october/documents/hf_jp-ii_spe_19921011_seminario-missionario.html




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