Durante el segundo año de inicio del Seminario Redemptoris Mater de Roma, el 18 de octubre de 1988, Kiko Argüello contaba una profecía del Padre Pío sobre la casa que iba a albergar el Seminario que le habían contado las hermanas franciscanas de quienes adquirieron dicha casa. La superiora de las hermanas franciscanas, la hermana Cristina Witmer, contó a Kiko una florecilla sobre la misma que consideró cumplida con la adquisición para la erección del Seminario. Cuando estaba la misma en fase de construcción durante los años 60 para convertirse en la Casa General de la orden el proyecto de la misma era de gran envergadura y además muy costoso económicamente, y las hermanas pidieron al entonces Padre Pio de Pietrelcina que les diera una palabra al respecto. Y él, que era un hombre muy sencillo y pobre, y podría haberles reprendido por la magnitud de la obra, les respondió y animó a que siguieran adelante con el proyecto, que no tuvieran miedo, porque esta casa sería en el futuro de una gran ayuda para toda la Iglesia y para la gloria de Dios.
A finales de los años 80 la casa se les había quedado demasiado grande a las hermanas franciscanas hijas del Sagrado corazón de Jesús y María, y tras ponerla en venta habían encontrado un comprador privado que habiendo hecho una paga y señal quería transformarla para convertirla en residencia de ancianos, pero sin ninguna relación con la Iglesia. Pero Dios quiso obrar un milagro para convertir esta casa en el primer Seminario Redemptoris Mater del mundo.
El año 1987 el Camino Neocatecumenal había traído a 12 seminaristas de algunas partes del mundo que estaban estudiando en Roma en el Seminario internacional Capranica, con la ayuda de Mons. Pacomio, y que vivían de manera temporal acogidos en casas de hermanas viudas del Camino en Roma. Desde 1985, cuando el Papa San Juan Pablo II había ya dado el visto bueno a la apertura del primer Seminario Redemptoris Mater del mundo para la formación de presbíteros para la nueva evangelización que acompañarían a las familia a la misión, estaban buscando una casa como sede del Seminario.
Lectura del Decreto de Erección del Seminario por Mons. Poletti
Tras una búsqueda incansable de un lugar apropiado para la vida de un Seminario, el entonces secretario del Pontificio Consejo de Laicos y encargado ad personam del Camino para las relaciones con la Santa Sede, Mons. Paul Joseph Cordes, expresó la posibilidad de adquirir esta casa en las afueras de Roma que estaba en venta. En una cena que hubo entre Kiko y Carmen con San Juan Pablo II el 26 de agosto de 1987, fiesta de la Virgen de Czestochowa, el Papa fue informado del interés que había por adquirirla y dando un golpe en la mesa dijo: "esta noticia es algo estupendo ¡adelante!". El Papa había mostrado su aprobación y entusiasmo por el proyecto indicando que era "útil, bueno y necesario", tal como reconoció el entonces vicario de la diócesis de Roma Mons. Poletti durante la celebración de erección en 1990, y había nombrado a uno de sus Obispos auxiliares, Mons. Giulio Salimei, como primer Rector.
Eucaristía de erección del Seminario presidida por Mons. Poletti
Se formó un equipo por parte del Camino para redactar el contrato de compraventa firmado el 15 de septiembre, fiesta de la Virgen de los dolores, y así se dió inicio a la andadura de este Seminario, que lleva el nombre de la Virgen, porque ella siempre ha estado presente durante todos los hitos para que el Seminario naciera, y porque fue erigido el año de publicación de la Encíclica 'Redemptoris Mater', pues el nombre de María es el nombre de la redención, un nombre cristológico, que nos habla también de la nueva evangelización que tiene puesta la misión en la redención del mundo.
San Juan Pablo II con el equipo iniciador en los años 80 en Audiencia privada en Roma
Aquel 18 de octubre de 1988 Kiko, además de contar más detalladamente los inicios del Seminario, y cómo la providencia había actuado, expresó a los hermanos que "queremos inaugurar con este Seminario la posibilidad de que se abran a partir de este otros seminarios en otras diócesis del mundo, para ayuda de la nueva evangelización: y todos estos nuevos seminarios que se abrirán vendrán aquí para ver este y seguir las mismas reglas de sus estatutos... De muchos seminarios que se abrirán en el futuro, espero ser profeta en este sentido, están aquí presentes los futuros rectores..."
Desde su erección se han ordenado de este Seminario más de 400 presbíteros, algunos de ellos hoy Obispos, que diseminados por todo el mundo llevan adelante la inmensa tarea del anuncio del Evangelio en el mundo de hoy. Y gracias a esta experiencia querida y animada por el Papa de Roma, San Juan Pablo II, se empezaron a abrir Seminarios misioneros diocesanos e internacionales en todas las partes del mundo... siendo muchas veces el mismo Papa quien animaba a los Obispos en las visitas ad limina, ante la escasez de clero, a erigir en sus diócesis estos Seminarios.
En la actualidad se han abierto 121 Seminarios en todo el mundo erigidos por los Obispos diocesanos, la mayoría en Europa, de los cuales 16 en España (el primero en Madrid poco después del de Roma pedido por el Cardenal Suquía), y de donde se han ordenado cerca de 3.000 presbíteros. En la actualidad estudian casi 2.000 seminaristas que se preparan para la evangelización allí donde la Iglesia les llame.
El Cardenal Poletti, en 1989, con los tres primeros seminaristas ordenados presbíteros
Exteriores del Seminario, a las afueras de Roma
Fuente: https://www.redemptorismater.it/
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