lunes, 11 de agosto de 2025

Más de 120.000 jóvenes del Camino asisten al Jubileo en Roma con el Papa

Como conclusión del Jubileo de los Jóvenes, querido por el Papa Francisco y celebrado por el Papa León XIV, para devolver la esperanza al mundo de hoy, 120.000 jóvenes provenientes de las comunidades del Camino Neocatecumenal procedentes de 109 países de los cinco continentes se han reunido esta tarde, 4 de agosto, en el mismo lugar del encuentro con el Papa, con el Equipo Internacional, Kiko Argüello, María Ascensión y Padre Mario Pezzi.

En el gran escenario, donde el Papa presidió la Vigilia de Oración, se encontraban 6 cardenales, 4 arzobispos y 26 obispos, junto con cientos de itinerantes y catequistas que han acompañado a Roma a todos estos jóvenes, en una peregrinación de oración, pero también de anuncio en varias ciudades de Europa, donde han pernoctado durante el largo viaje, involucrando a las iglesias locales, a las propias comunidades y también a las autoridades civiles que les han recibido con signos de bienvenida y acogida.



La peregrinación se ha convertido así en la ocasión de testimoniar la belleza de su fe, la alegría de los días pasados juntos y la fiesta de viajar a Roma para encontrarse con el Papa y cimentar sobre Pedro su camino de fe.

El encuentro ha sido presidido por el cardenal Baldassare Reina, Vicario del Papa para la diócesis de Roma, que ha saludado a la inmensa asamblea.

En un espíritu de fiesta y de verdadera comunión, entre el flamear de banderas de unos 50 países de Europa, 30 países de América, 11 países de África (y otros que no han podido asistir porque no han podido obtener el visado para el encuentro), y 20 países de Oriente Medio, de Asia y de Oceanía, se ha podido captar toda la belleza de estos días, de este Jubileo de la Esperanza. Y estos jóvenes -junto con los otros cientos de miles de jóvenes que se han reunido en esta ciudad eterna de Roma, lugar del martirio de los apóstoles Pedro y Pablo y de otros miles de mártires- pueden convertirse en verdaderos testigos de la belleza de la fe cristiana en una sociedad cada vez más secularizada e indiferente.



El encuentro se ha desarrollado según el modelo de los Encuentros Vocacionales de otras Jornadas Mundiales de la Juventud: Kiko, acompañado por el padre Mario Pezzi y María Ascensión, ha presentado brevemente la asamblea antes de comenzar el canto, tomado del libro del profeta Isaías, que inaugura y sella estos encuentros: «Yo vengo a reunir a todas las naciones», y del que la asamblea es una imagen viva de ello.

Tras el saludo del Cardenal Vicario, acompañado por 100 sacerdotes de diversos seminarios Redemptoris Mater, el icono de la Virgen María ha hecho su entrada solemne en el palco, para presidir el encuentro junto con un gran crucifijo. También se ha colocado una foto de Carmen Hernández, la sierva de Dios que ha acompañado a Kiko a abrir en la Iglesia el Camino Neocatecumenal como una iniciación cristiana, presente actualmente en 138 países del mundo.


Tras unas breves palabras de Ascensión, que ha presentado a los jóvenes la figura del Santo Cura de Ars, que la Iglesia conmemora hoy, se ha proclamado la Palabra de Dios, tomada de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios, una palabra especialmente contundente que nos invita a «no acoger en vano la gracia de Dios». A continuación, se ha cantado el Evangelio de la memoria del día: Mt 9,35-10,1: un pasaje verdaderamente «ad hoc», con las palabras del Señor más apropiadas para este encuentro vocacional: «La mies es mucha, pero los obreros son pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies».

Kiko ha hecho resonar fuertemente el anuncio de la buena noticia, siempre nueva, porque hace presente el AQUÍ ESTOY de Dios, su amor, la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo, que vence el pecado del hombre, para lanzarlo hacia la plenitud de la vida que es el cielo: «¿Cuál es el deseo más profundo de Dios?», ha preguntado Kiko. Y ha respondido: «Darte el don del Espíritu Santo, de su vida, de su felicidad».

Pero para darte este don, Dios necesita de tu libertad, porque como recuerda San Agustín: “Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti”.

Kiko, releyendo existencialmente el anuncio del Génesis, ha mostrado que tras el engaño de la serpiente, el hombre que ha acogido la catequesis del demonio al no obedecer a Dios, al rechazarlo, se encuentra perdido, muerto: no es un problema moral, sino existencial: si Dios no existe, si no hay ningún Creador, ¿quién soy yo? ¿Cuál es el sentido de mi vida?



Al encontrarse sin una respuesta existencial verdadera, el hombre se pervierte en la búsqueda de todo aquello que pueda darle una respuesta: ofreciéndose todo a sí mismo, pero encontrándose cada vez más solo, incapaz de amar.

Y el hombre queda esclavo de la soledad, del miedo a morir. El hombre ahora vive el mundo desde su propia cosmogonía, en un cosmos cuyo eje, cuyo centro, ya no es Dios, sino él mismo: su ego. Esto es el pecado. No es algo moral, sino existencial. Este pecado, que habita en lo más profundo de mi ser, me obliga primero a ofrecerme todo a mí mismo, porque yo soy el dios de mí mismo y quiero ser feliz; me ofrezco todo a mí mismo.

Esto es lo que impide que Dios te dé su Espíritu Santo, ha continuado Kiko: el pecado que habita en ti. Y éste es el sentido de nuestro encuentro esta tarde, de este Jubileo: Jesucristo se quiere entregar a ti. San Pablo dice: «El amor de Cristo nos apremia al pensar que si Cristo murió por todos, todos murieron. Y murió por todos para que los que viven no vivan ya para sí mismos, sino para Cristo».

Kiko, señalando la cruz de Cristo, dijo: «Os invito a mirar esta cruz: Ésta es la imagen de la libertad. La cruz es la imagen de la libertad. He aquí un hombre que se ha entregado por ti, que te hará libre para que te entregues a los demás y para que dejes de ofrecerte todo a ti mismo. ¿Cómo puedes recibir hoy el Espíritu Santo? Si tú aceptas que tu yo sea crucificado con Cristo».

Y ha continuado contando el diálogo entre Jesús y Pedro después de su resurrección. Pedro lo ha traicionado, pero Jesús no lo abandona; lo busca y le pregunta: «Pedro, ¿me amas?». Y, dirigiéndose a los jóvenes, ha dicho que esta misma pregunta el Señor nos la hace a cada uno de nosotros esta tarde: «¿Me amas?». Si hay una respuesta de nuestra parte, Él nos puede dar el don del Espíritu Santo: puede hacernos santos.

Éste es el paso de Dios entre nosotros, su llamada. La peregrinación, el Jubileo, está frente a esto: EL AQUÍ ESTOY de DIOS. Este «Aquí estoy» espera hoy tu «Aquí estoy», como la Virgen María.

Para sellar la verdad de este encuentro, de lo que se estaba celebrando, después de unas breves palabras de padre Mario, que ha recordado su llamada y ha invitado a los jóvenes a no tener miedo de responder a Jesucristo, Kiko ha lanzado a la asamblea la llamada vocacional.

Ha sido impresionante ver cómo tantos jóvenes estaban como en espera de esta llamada, porque apenas Kiko ha terminado de hablar, muchos de ellos se han puesto en movimiento hacia el palco, formando un auténtico río: de todos los grupos, de todos los países, de todos los idiomas, vestidos de todos los estilos, en camino para responder a la llamada del Señor.

Primero los chicos, ¡se han levantado 5.000!,  y después las chicas, ¡se levantaron 5.000! , y se han dirigido al palco para recibir la bendición de los cardenales y de los obispos. Esta primera llamada será después verificada y madurada en los diferentes centros vocacionales, pero haber respondido hoy al paso del Señor puede iniciar un cambio de vida que, como decía Kiko, corresponde al plan de Dios: ¡hacerte santo, hacerte santa!

El Cardenal Vicario ha concluido el encuentro con unas palabras de esperanza. Recogemos algunas de ellas: «Después de acoger el Kerigma aspirad a las cosas más grandes, a la santidad»; «Que ésta sea la respuesta a la llamada del Papa León»; «El Señor nos ha dirigido esta invitación, el Señor nos llama a todos a la santidad»; «Dejad siempre espacio a la Palabra de Dios, porque Dios no quita nada a nuestra felicidad»; «Para algunos de vosotros hoy se abre un camino hacia felicidad, a una vida plena, plena de Dios, plena de felicidad».


Fuente: https://neocatechumenaleiter.org/120-000-jovenes-del-camino-neocatecumenal-en-roma-para-el-jubileo-con-el-papa-y-un-encuentro-vocacional/

Vista con dron del encuentro:


Video del encuentro: 





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