Oración y música se unen en el Vaticano por «El Sufrimiento de los Inocentes»
Tarde de música y oración ayer en el Vaticano, donde tuvo lugar la Celebración Sinfónico-Catequética “El sufrimiento de los inocentes” ante unas 7.000 personas de varios países del mundo. Se trató de un evento organizado por el Camino Neocatecumenal en colaboración con la Santa Sede con motivo del Jubileo de la Misericordia y del Jubileo Mariano que se tiene lugar este fin de semana en Roma.
Al acto asistieron varios cardenales destacados, como Mons. Robert Sarah, prefecto de la congregación para el Culto Divino; Mons. George Pell, responsable del “ministerio de economía” vaticano; Mons. Fernando Filoni, prefecto para la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Mons. Josef Cordes, presidente emérito del Pontificio Consejo Cor Unum.
En el Aula Pablo VI, la orquesta y el coro de este carisma eclesial interpretaron la obra compuesta por el español Kiko Argüello, iniciador y responsable del Camino, que “describe” el sufrimiento de la Virgen al ver como crucifican a Cristo.
No pudo asistir el Papa Francisco, quien días antes envió una carta a Argüello en la que expresaba su “vivo aprecio por la obra de anuncio del Evangelio desarrollada a través de esta manifestación musical”. Asimismo, Benedicto XVI envió un saludo en el que expresaba su deseo de participar por petición de Francisco pero revelaba al mismo tiempo que a causa de su salud no le sería posible. “Me ha tocado profundamente el hecho de que el Papa Francisco desee que asista yo a esta Celebración Sinfónico-Catequética”, escribe el Papa emérito. “De una parte la idea del Santo Padre es para mí casi un deber, pero de la otra debo confesar que mi estado de salud hace imposible que asista”. “Créame que no mes es fácil decir ‘no’”, dice en la misiva. No obstante, “espiritualmente estaré con ustedes en ese momento”. En la carta expresaba también su admiración por las cualidades musicales de Argüello: “admiro su capacidad musical, recordándome con alegría y gratitud la ejecución de su sinfonía en Auschwitz”.
Y es que “El Sufrimiento de los Inocentes” ha sido interpretada ya en multitud de países y lugares, como Nueva York, Chicago, Jerusalén, Fukusima (Japón), Budapest, Madrid o ante la llamada “Puerta de la Muerte” de este campo de concentración de los nazis en Polonia.
La Celebración inició con unas palabras de Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y organizador del Jubileo de la Misericordia, quién habló de la importancia de tener presente a los “inocentes del mundo actual” y destacó el valor de este evento para la Iglesia.
En declaraciones a LA RAZÓN, Argüello explicó que “en esta celebración Sinfónico-Catequética es presentado el sufrimiento de la Virgen María al ver cómo matan a su hijo, un dolor tan grande que le atraviesa el alma, una espada, un sufrimiento similar al que toda madre siente ante la muerte de sus propios hijos, víctimas inocentes de violencias inauditas, a la largo historia sin misericordia de las masacres perpetradas hasta hoy”.
“¡Cuántos sufrimientos en el mundo actual, cuántas víctimas inocentes de catástrofes como el terremoto que ha golpeado el centro de Italia! ¡la línea roja de la violencia que provoca terror y muerte, las guerras y la tragedia de los refugiados, vidas rotas de hombres y mujeres y sobre todo de niños!”, afirmó también el iniciador del Camino.
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