Con ocasión de la audiencia del Papa Francisco a quienes sostienen la Oficina de Catequesis de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) en su 60° aniversario, el Papa ha subrayado los tres elementos que considera fundamentales hoy en la Iglesia del Tercer Milenio: La misión de los catequistas en el anuncio del Kerygma. La fidelidad al Magisterio con el Concilio. Y el redescubrimiento del valor de la comunidad cristiana.
El Papa sabe que la Iglesia se nutre de los sacramentos pero necesita de manera urgente el anuncio del Kerygma. La catequesis, y la misión de los catequistas, es fundamental para el anuncio de la Buena Noticia. El Kerygma es anterior a los sacramentos, de ahí que se necesiten anunciadores en el mundo de hoy que propaguen el misterio salvífico de Jesucristo y que den testimonio con su vida que existe la Vida Eterna. Tras la escucha del Kerygma vendrá la formación de la comunidad cristiana, como sucedía en la Iglesia primitiva, y con la formación de la comunidad vendrán los Sacramentos y la vida de la Iglesia.
El Camino Neocatecumenal ofrece precisamente esta conjunción para renovar la Iglesia, y tras 50 años de vida, se ha demostrado con abundantísimos frutos que el anuncio del Kerygma dentro de un proceso catequético, la fidelidad al Concilio Vaticano II y el redescubrimiento del valor de la fe vivida en pequeñas comunidades son necesarios para la transformación del mundo actual.
