A principios de diciembre fallecía el P. Antonio Calcabin, antiguo párroco de la Parroquia de la Divina Misericordia en el Vicariato Apostólico de Puerto Princesa, en Palawan, Filipinas. En la actualidad el P. Calcabin era Vicario Episcopal, y estaba encargado de la tarea de Evangelización y misión en el Vicariato. Además era Párroco en la Inmaculada Concepción.
El P. Calcabin fue siempre un gran partidario y defensor del Camino Neocatecumenal en Palawan.
Su primer encuentro con el Camino fue cuando era solo un seminarista y el Papa San Juan Pablo II visitó Filipinas para la Jornada Mundial de la Juventud el año 1997, cuya celebración tuvo lugar en Manila. Uno de los días de la JMJ los jóvenes de las comunidades neocatecumenales de Manila estaban cantando y bailando en las calles. Cuando el Papa los vio, hizo parar el Papamóvil y bajó para unirse a ellos unos breves instantes. El P. Antonio que estaba presente en aquel mismo momento quedó impresionadísimo por este hecho, pues en aquellos años el Papamóvil era un vehículo blindado y muy protegido, y le llamó muchísimo la atención que el mismo Papa quisiera bajar y exponerse públicamente, con los riesgos que comportaba, sólo para unirse a aquellos jóvenes y bailar unos momentos, participando de su gozo y alegría. Para él fue todo un signo de amor y reconocimiento por parte del Papa, en unos momentos en que el Camino Neocatecumenal era bastante perseguido en ciertos ambientes eclesiales, también en Filipinas, a pesar que en algunas diócesis había ya cientos de comunidades. Tras aquella jornada el P. Antonio, contaba en sus memorias, se prometió a sí mismo que si alguna vez llegaba a ser sacerdote, abriría el Camino en su parroquia, como así hizo. Desde entonces acompañó y sirvió a las comunidades que se iban formando, ayudando también a los equipos de catequistas en la difícil tarea de la evangelización en su diócesis. P. Antonio, Descansa en paz.
