Poco más de un año después de su muerte se publicó las primeras memorias de Carmen Hernández, co-iniciadora del Camino Neocatecumenal junto a Kiko Argüello, en España. Los “Diarios, 1979-1981”, recogen las reflexiones y anotaciones que ella misma fue escribiendo al mismo tiempo que esta realidad eclesial fue creciendo y extendiéndose por todo el mundo.
En Madrid el libro está editado por la BAC, editorial de la Conferencia Episcopal Española, y fue presentado el pasado mes de julio. En Italia, la editorial que las publica es Cantagalli, y el miércoles 15 de noviembre las presentó en la sede de la Conferencia Episcopal Italiana en un acto que presidió el Arzobispo de Viena y Presidente de la Conferencia Episcopal de Austria, Cardenal Christoph Schönborn. También tuvo una pequeña intervención la periodista y escritora italiana Costanza Miriano, autora de algunos libros de éxito que hablan sobre la familia y la mujer.
El Cardenal afirmó que las memorias de Hernández, recogidas en el libro son un “gran don” para la Iglesia.
Los mismo dijo el Papa Francisco en la carta que envió a Kiko Argüello después de leer el libro el mes de agosto: “Agradezco este don”.
“Me alegra mucho que a través de estas páginas se haga patente el testimonio de un gran amor a Jesús, cuya luz transforma el sufrimiento en ofrecimiento, el cansancio en alegría, la vida en un tiempo para evangelizar”.
“Que Dios ayude al Camino –dice también el Papa en la carta– para que siembre en todo momento el Evangelio con alegría y sin reservas, con fe y humilde obediencia, haciendo de las pruebas y de las dificultades un motivo para gloriarse en el Señor Jesús”.
En España y Latinoamérica el libro ha vendido ya más de 15.000 unidades y en Italia, con tan solo unas semanas desde que fue puesto a la venta, se ha convertido ya en un éxito.
Kiko Argüello también publicó sus “Anotaciones” hace un año y se han vendido más de 40.000 copias en español y 30.000 en italiano.
Carmen Hernández murió el 19 de julio 2016 a los 85 años de edad. El Papa Francisco envió entonces un mensaje en el decía haber recibido la noticia de su fallecimiento “con emoción”, después de “una larga existencia marcada por su amor a Jesús y por un gran entusiasmo misionero”.
"Doy gracias al Señor por el testimonio de esta mujer, animada por un sincero amor a la Iglesia, que ha gastado su vida en el anuncio de la Buena Noticia en cada lugar, también aquellos más alejados, no olvidando a las personas más marginadas”, expresó entonces Francisco.
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