sábado, 8 de septiembre de 2018

El Seminario de Galilea cumple 10 años

El Seminario 'Redemptoris Mater' de Galilea ha cumplido diez años de vida. Situado dentro de la casa de la Domus Galileaea, en el monte de las Bienaventuranzas de Israel, este Seminario es actualmente un centro de formación muy importante y querido por la Iglesia de Tierra Santa, para la ordenación de presbíteros de diferentes ritos católicos de cara a la nueva evangelización, también necesaria en medio Oriente. En estos diez años de vida, y superando las primeras dificultades y la complejidad de preparar seminaristas de numeras naciones para aprender árabe o hebreo, además de los numerosos ritos orientales y tradiciones de cada iglesia particular, el Seminario de Galilea es una de las piedras angulares en la formación presbiteral del Patriarcado latino de Jerusalén y goza, como quiso San Juan Pablo II, de gran capacidad para establecer puentes de diálogo y acercamiento con el islam y especialmente con el mundo judío. 



Como parte de su visita a Tierra Santa para conmemorar los 800 años de la presencia franciscana en Tierra Santa, el Cardenal Sandri, Prefecto de la Congregación de las Iglesias Orientales, ha visitado el Seminario Redemptoris Mater de Galilea, 18 de octubre de 2017, entreteniéndose con los seminaristas y los formadores, ofreciendo un discurso espontáneo en el cuál ha recordado, en la fiesta litúrgica de San Lucas Evangelista, la feliz ocasión del centésimo aniversario de la Congregación dirigida por él y el décimo del seminario.

Acompañado por el Arzobispo Monseñor Pierbattista Pizzaballa, Administrador Apostólico del Patriarcato Latino de Jerusalén y por el nuevo Vicario patriarcal de Israel, padre Hanna Kildani, el Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación de las Iglesias Orientales, realizó hoy su primera visita oficial al seminario Redemptoris Mater de Galilea, junto con dos oficiales del dicasterio, padre Mario Oscar Marzo y padre Flavio Pace, y con monseñor Marco Formica, encargado de la Delegación Apostólica. Llegó en la tarde, el cardenal con su séquito fue acogido en la Domus Galilaeae por el director, padre Rino Rossi, quién condujo en un breve recorrido por los entornos de la casa, presentándole sus características artísticas, arquitectónicas y figurativas.

Al final, guiado por padre Francesco Voltaggio, rector del seminario Redemptoris Mater de Galilea, el cardenal fue acogido en las instalaciones del seminario, donde, después de saludar a los seminaristas se retiró en oración en el Santuario de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento, en el centro del Seminario. Después de unos momentos de oración, el cardenal Sandri conoció a los seminaristas y formadores del Redemptoris Mater, también con la presencia de algunos presbíteros, formados en este seminario, incluyendo algunos párrocos y vicarios parroquiales del Patriarcado Latino. Después de una breve presentación y de una palabra de bienvenida dirigida hacia ellos de parte de Monseñor Pizzaballa, el Prefecto ha recordado, en un discurso fraternal y espontáneo, la especificidad de los seminarios Redemptoris Mater, en los cuáles “los candidatos al sacerdocio encuentran, en la participación dentro del Camino Neocatecumenal, un elemento específico y básico del itinerario formativo y, al mismo tiempo, son preparados en la genuína elección presbiteral del servicio a todo el Pueblo de Dios(Estatuto del Camino Neocatecumenal, art. 18, §3).


El cardenal Sandri, más tarde, ha querido enfatizar que "nuestra Congregación, que también tiene jurisdicción dentro de la iglesia latina en Tierra Santa, nos mantiene en gran medida para fomentar y promover la formación de seminaristas y lo decimos un poco en todos lados a todos nuestros hermanos de las iglesias orientales". Esta formación, en el específico contexto de la Iglesia en el Oriente Medio, tiene como objetivo formar presbíteros para la acción pastoral en una tierra de persecución y martirio, en la cuál, continuó el prelado, “deberéis tener cuidado espiritual para saber que, aunque todos estamos llamados al martirio en el sentido genérico del testimonio de la vida, pero a vosotros quizás se os puede llamar a algo más en este campo.

Precisamente a la vista de este contexto eclesial y social de necesidad humana y espiritual, el cardenal Sandri pidió especialmente a los presbíteros del Camino Neocatecumenal una especial cercanía a las iglesias orientales, en el campo de la formación para el sacerdocio y la acción espiritual. Esto porque, como él explicó, “vosotros no podéis tener un carisma vuestro que no sea además un carisma que se viva en la Iglesia, es decir, con el Papa y los obispos. Pero de hecho, este carisma es un recordatorio de vuestro testimonio entendido como afiliación a la Iglesia. Vosotros sois de hecho miembros de la Iglesia, hijos de la Iglesia, guiados por los pastores, los obispos, mientras lleváis un carisma especial, el del Camino Neocatecumenal, que es una riqueza para la Iglesia, así lo han valorado también los papas y los obispos en muchos países del mundo”. El prelado luego dirigió al seminario un pensamiento especial de felicitaciones con motivo de la ocasión del décimo aniversario del Redemptoris Mater de Galilea, que este año coincide con las celebraciones por el centésimo aniversario de la Congregación para las Iglesias Orientales del Pontificio Instituto Oriental.


Al final de su discurso, el cardenal Sandri hizo referencia a la alegre acogida que le hicieron los seminaristas con la alegría del pueblo por el don de la Palabra de Dios en el tiempo del sacerdote Esdras. La Palabra de Dios, puntualizó el cardenal, se coloca en el Santuario de la Palabra, donde los seminaristas meditan en la lectio divina, ante el Sacramento de la Eucaristía. En esa unión entre Palabra y Sacramentos, afirmó el prelado, “están los fundamentos, la base, de toda la vida cristiana, que es encontrarse con Dios. Ésta es la vía más segura para ser no sólo sacerdotes, sino para ser buenos cristianos y encontrar la piedra angular de la vida, su significado más profundo, que es la presencia de Dios en su palabra, que aquí se hizo carne y que podemos vivir y recibir en el pan consagrado y en el vino transformado en su sangre”.

Finalmente, su Eminencia dirigió a los seminaristas la esperanza de poder vivir “la alegría de haber descubierto la Palabra de Dios y tener la gracia de vivirla en vuestra vida sacramental, especialmente en la Eucaristía y así ser un tesoro para toda la Iglesia en Tierra Santa y la Iglesia universal”.



Después del encuentro con los seminaristas, el Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales con su séquito se detuvo con los formadores y el equipo pastoral del seminario para tomar un pequeño tentempié.

Por último el pasado 16 junio 2018, en la Domus Galilaeae, Mons. Pierbattista Pizzaballa, Administrador Apostólico del Patriarcado de Jerusalén, consagró presbíteros a 3 seminaristas del Redemptoris Mater de Galilea, en una solemne Eucaristía donde han participado un número extraordinario de fieles, más de 900, que han venido de diferentes naciones. Junto a Mons. Pizzaballa han concelebrado Mons. Camillo Ballin, Vicario apostólico de Arabia del Norte, Mons. Hanna Kildani, Vicario Patriarcal para Israel, Mons. Giacinto Boulos Marcuzzo, Vicario Patriarcal para Palestina, Mons. Pietro Felet s.j.c, Secretario de la Asamblea de Obispos de Tierra Santa, el Exarca de la Archieparquía Melquita de Acre, Padre Fauzy Khoury, el Vicario General de la Archidiócesis Maronita de Haifa, Padre Selim Soussan, el rector del Seminario Patriarcal de Bet Jala, Padre Ya’qoub, con algunos seminaristas, y demás párrocos y sacerdotes de Galilea, Palestina, Israel, de rito latino, bizantino y maronita. Presentes también numerosos religiosos y religiosas, el superior general de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Bétharram y el pastor anglicano de Shefa’mer.


La exhortación que ha realizado Mons. Pizzaballa retomando las palabras del Evangelio proclamado se dirigían entonces primeramente a «saber cultivar el propio corazón y la propia vida sacerdotal». Una dimensión importante que hay que tener presente es aquella del tiempo, por lo que hay que poner atención a «no sentir que ya se ha llegado a la meta, sino estar siempre dispuestos a aprender, porque el Reino de Dios crece continuamente». Un actitud esencial para la vida de un sacerdote es la oración: «Ser terreno bueno significa tener continuamente la mente dirigida a Dios; no hay servicio al Señor sin una intimidad profunda con Él, por eso es importante radicarse en la oración».

Así ha concluido el arzobispo la exhortación: «Estad al servicio del Reino de Dios, de la comunidad, y para esto es necesario estar siempre en camino: ¡y vosotros, de hecho, pertenecéis al Camino!Os deseo que seáis terreno bueno: el lugar donde la semilla de Dios, que es Dios mismo, que ha sido sembrada en vosotros y en la comunidad, pueda crecer y dar fruto, según la voluntad de Dios. Y estad siempre al servicio de la Iglesia, del ministerio que os ha sido confiado, y que todos aquellos que os encontrarán puedan decir: «“¡Hemos encontrado al Señor!” ¡Porque se vea crecer en vosotros la obra del Señor!».


Portal web del Seminario:
http://www.srmgal.org/es/

https://www.lpj.org/el-cardenal-sandri-por-los-10-anos-del-redemptoris-mater-de-galilea-vosotros-sois-miembros-de-la-iglesia-hijos-de-la-iglesia-llevando-un-carisma-especial/?lang=es

https://www.religionenlibertad.com/nueva_evangelizacion/61832/seminario-para-evangelizar-tierra-santa-arabia-nuestra-politica-.html




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