viernes, 21 de septiembre de 2018

Vocaciones del Camino en Seminarios diocesanos

El Camino Neocatecumenal es una realidad eclesial que el Señor está bendiciendo con numerosos frutos de conversión y vocaciones, especialmente al presbiterado y a la vida consagrada. Actualmente existen miles de chicas que han entrado en conventos de todo el mundo procedentes del Camino e igualmente son miles los que han sido ordenados sacerdotes. Muchos de los seminaristas que descubren su vocación en el seno de una comunidad entran en los Seminarios 'Redemptoris Mater', que en un número de 120 actualmente ha abierto el Camino en diócesis de todo el mundo para la ayuda a la nueva evangelización, formando presbíteros misioneros. Pero son también miles los que el Señor les llama a entrar en los seminarios de sus propias diócesis donde residen, o en órdenes religiosas de vida activa o contemplativa, para ser formados sacerdotes, pues no existe ninguna obligación ni determinación en entrar en los 'Redemptoris Mater'. Traemos el testimonio de dos jóvenes que son un ejemplo que nos ilustra cómo el Camino está ayudando también con vocaciones para nutrir los seminarios de tantas diócesis que escasean en estos tiempos.



Desde que naciera el primer Seminario 'Redemptoris Mater' del mundo en la diócesis de Roma, hace exáctamente 30 años, erigido por S. Juan Pablo II, son casi 3.000 los presbíteros que ya han sido ordenados en alguno de los 120 Seminarios que hay actualmente en diócesis de los cuatro continentes. En la actualidad estudian cerca de 2.500 seminaristas que se están preparando en estos Seminarios diocesanos e internacionales para la misión, ya sea siendo presbíteros en la propia diócesis donde está incardinado el Seminario, a la que siempre pertenecerán y a cuyo Obispo deberán siempre obediencia en el desarrollo de su laboral ministerial y pastoral, o partiendo a otros países y lugares con el debido permiso del Obispo diocesano para ayudar en la nueva evangelización.


Pero también, aunque una gran mayoría lo ignore, son varios miles los que habiendo descubierto su llamada al sacerdocio en el seno de la vida de la propia comunidad, y después de un tiempo de discernimiento, deciden entrar dentro de los Seminarios de las propias diócesis o de otras que el Señor les suscite, para ejercer su ministerio sacerdotal una vez ordenados. O ven la llamada a la vida consagrada en alguna orden religiosa conventual de vida activa o contemplativa. Es por ello que la Iglesia y los Obispos reconocen en el Camino Neocatecumenal una realidad que está ayudando a revitalizar la pastoral vocacional de numerosas diócesis y está demostrando que en tiempos de una grave crisis de fe y escasez de vocaciones el trípode sobre el que se sustenta la iniciación del Camino es fundamental para el desarrollo de la vida cristiana: Palabra - Liturgia - Comunidad




Pablo, mi vocación de sacerdote se la debo a San Juan Pablo II.





Gracias Señor por la oración de un Sacerdote. El Testimonio de Martín.






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